Antes de reorganizar la cocina tendrás que preguntarte ¿qué es lo que quieres hacer en la cocina además de cocinar? Porque en la cocina se puede también comer y dejar que los niños hagan los deberes mientras que cocinamos y de esa manera poderles ayudar.

Una cocina que solo se utilice para cocinar será muy distinta de una cocina que sirva un poco de cuarto de estar.
Las dos cocinas pueden funcionar bien, la única condición es que estén bien organizadas y que sean agradables para estar, porque en un sitio agradable, se funciona siempre mejor.

Independientemente del uso que se le dé a la cocina, la siguiente pregunta tendrá que ser ¿qué necesito tener y cuál es el mejor sitio para cada cosa? Imagínate que solo usas la cocina para cocinar. Tendrás que empezar por hacer una lista de los utensilios que ya tienes y de los que deberías tener ¿qué puedo tirar y qué debo comprar? No siempre es posible tener enseguida lo que se necesita, por eso establece prioridades y elige por dónde empezar.

Compra lo que necesites, ni más ni menos. Tómate el tiempo necesario para esta reorganización y no lo quieras hacer en pequeños ratos libres ni tampoco cuando los niños están en casa. Si es necesario, tómate una tarde o una mañana libre, o lo que es mejor todavía, tómate el día entero libre, trabajarás mejor. Es una buena inversión. La ganancia es importante: tiempo y tranquilidad.

Una vez que tengas todo lo que necesitas, el paso siguiente es pensar bien cuál es el sitio adecuado para cada cosa. Esta reorganización tiene que funcionar y lo que es más importante, debe ayudarte a trabajar con mucho gusto.

Abre los armarios y los cajones. El escribir en un papel lo que vas a guardar en cada armario, te ayudará a tener una visión clara de la eficiencia de la distribución. Después, una vez reorganizado todo, controla, todavía en el papel, si con la nueva distribución, tienes que dar aún muchos paseos de un lado a otro a la hora de cocinar. Con un lápiz puedes señalar, por ejemplo, los movimientos que realizas al hacer una paella u otra comida que hagas con frecuencia. Es una manera muy eficaz de controlar si la reorganización funciona o no. Esta operación en el papel tiene que dar como resultado menos tiempo y menos esfuerzo a la hora de cocinar.

Trabajando así, primero sobre un papel, además de ahorrar tiempo y esfuerzo evitarás que tengas que mover las cosas veinte veces hasta encontrarles el mejor sitio en los armarios.