Dicen que después de esta pandemia, tenemos que reinventarnos, y ¡lo creo firmemente! Sobre todo, tenemos que reinventarnos en nuestras prioridades más fundamentales y habrá que hablar en la empresa y en la casa, de aquello de lo que menos hablamos y que es lo que más nos importa: la familia

Si algo hemos descubierto que vale la pena es el valor de compartir estando juntos en familia, hemos descubierto también que la verdadera escuela de competencias no solo directivas sino también personales, es la familia. Lo hemos experimentado en el tiempo de pandemia en el que no solo hemos hecho nuestro trabajo, además hemos sido profesores, cocineros, limpiadores, psicólogos, educadores, payasos y eso si… ¡muy creativos!

Parece que la familia está atravesando una “pequeña” crisis, todos corremos mucho, aunque muchas veces no sabemos por qué, ni para qué, ni hacia dónde. En el confinamiento

nos hemos dado cuenta de que lo fundamental está en casa, ahí es donde desarrollamos nuestras capacidades, capacidades que son fundamentales para el trabajo y es también donde nos valoran por ser quien somos y se alegran de nuestros éxitos y estimulan nuestras capacidades, aumentando así nuestra autoestima, es el lugar donde se desarrolla sin estridencias la personalidad de cada uno de la familia y es el sitio donde reponemos fuerzas para, una vez repuestos, salir y…!tragarnos el mundo!

Vamos a necesitar esas fuerzas, por eso, volvamos la vista atrás y miremos esa empresa nuestra que se llama Familia para ver donde es necesario reparar, añadir, mejorar algo para que tu familia, tu mejor empresa, esté lista para acometer esa tarea de reconstrucción de nuestra sociedad, de nuestra economía y de nuestro dolor por la pérdida de nuestros seres queridos.

Estamos ya cerca de las vacaciones, prepáralas bien para que te ayuden a descansar física y mentalmente de manera que puedas reflexionar sobre estos temas y a la vuelta ya descansad@ puedas dedicarte con entusiasmo a vivir la vida que quieres