Si! verdaderamente es muy difícil lograr un buen equilibrio entre la vida familiar y laboral por varias razones:
* jornadas muy largas, * la presencia en el trabajo es muy importante
* no saber cortar llevándonos los problemas del trabajo a casa y al revés
* no dar la importancia suficiente a la organización de esa empresa que llamamos familia

La aparición de fenómenos como la pandemia debido al Covid-19 agudiza aún más el conflicto que se produce entre la vida familiar y laboral cuando se debe compaginar situaciones de confinamientos con el trabajo o incluso el teletrabajo. En muchos casos dicho conflicto puede acabar desembocando inevitablemente en problemas de salud o de rupturas familiares.

Es fundamental tener una convicción y una pasión: Disfrutar de la vida, que es ¡un deber para todos!

También el equilibrio entre el trabajo y la vida privada sigue siendo un reto para las empresas
En un período de recesión económica, las empresas y los empleados se encuentran bajo una presión cada vez mayor. Los buenos resultados comerciales deben lograrse con menos empleados y a menores costos
Además, el desempleo está aumentando y muchas personas experimentan la carga de una hipoteca (demasiado) alta y un mercado inmobiliario difícil.

En medio de este descontento, es más importante que nunca que las empresas consideren la necesidad de un buen ambiente en el trabajo que favorezca los intereses de la empresa y los de los trabajadores. Esto, solo es posible cuando todos en la empresa tienen los mismos objetivos.
La vida profesional no tiene que excluir una vida privada feliz y la dificultad para tener una vida privada de calidad puede convertirse en un obstáculo a la hora de trabajar.

Importante es que la empresa alinee sus objetivos con los de los trabajadores si el trabajador tiene una vida privada satisfactoria, repercutirá también en la empresa. Ya lo hemos comentado en otras ocasiones, un trabajador feliz, es un trabajador que trabaja más y mejor!